viernes, 7 de marzo de 2008

Entre todos podemos

Sí, es cosa de todos. Empecemos a dar ya los pasos que faltan para encajar esas piezas. Y pronto conseguiremos que sea innecesario el carácter reivindicativo de este día. Vamos a conseguir que sea una verdadera fiesta.
Perdonadme la ausencia. Una racha complicada me tiene medio alejada. No sabéis cuánto me animan vuestros comentarios al respecto y vuestros empujoncitos para que vuelva. Besos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí,ojalá nunca más haga falta celebrar este día

besotes niña

Pilar M Clares dijo...

Me temo que quedan muchos años de recordar la desigualdad, que es de lo que se trata, y de seguir extendiendo el pensamiento que descubre las diferencias que apenas se aprecian en sociedades como la nuestra, donde un `cierto bienestar engaña la injusticia . No no, no creo que veamos ese sueño cumplido, aunque vamos a buen paso; mirad al mundo, mirad las familias, pushhh.

Raquel, me gusta mucho la imagen, ya te pedí permiso para un atraco con mano nada armada. Mañana la coloco en el blog. En cuanto tenga un rato (me voy palaplayaaaa larala) Besazos y feliz día. Y que dure duuure.
Muasc

Raquel dijo...

Ojalá, Hôichi; besos para ti también.
Pilar, sigamos dando pasos, que es la única forma de hacer el camino aunque sea largo. El primero es dar a conocer la realidad, y eso tú lo bordas. De atraco nada, sabes de sobra que puedes utilizar lo que te venga bien sin necesidad de pedirme permiso previamente, está todo cuando pueds necesitar a tu disposición, guapetona.
A la playa, aiiiinnssssss, ¿admites un polizón? jeje Besos.

Aloia dijo...

Hola niñaaaa guaapaaaaa!!!!Qué bueno tenerte por aquí, como sea y cuando quieras o cuando puedas, siempre será estupendo!!!!
Día raro si hay que seguir a estas alturas un día de la mujer...pero todo sea porque llegue el día en que no sea necesario...llegará, y escribiremos a cerca de ello!
Mil biquiños

Raquel dijo...

Y un día en el que por desgracia, estamos de luto todas las personas de bien. Hay que luchar para conseguir una sociedad en la que atrocidades como las que hoy lloramos no puedan cometerse.