viernes, 7 de diciembre de 2007

Topos, imanes y neveras

Si no te llevas bien con las cometas,
recuerda cuando te crecieron las tetas.
¿Por qué se ríen de las princesas hoy?
Dime que sigues recubierta de roquefort.

Y si necesito amor encenderé el radiador,
porque no quiero estar contigo si es encerrado en el baúl,
porque la comida es fría y apenas entra luz,
porque huelen las paredes a recién pintado aún.

El cartero no tenía la culpa,
el cartero no tenía la culpa.
Fui yo el que a quererte no se atrevió,
fui yo el que a quererte no se atrevió.

Tu dentadura se me escapó.
¿Quién me cuenta ahora historias de terror?
¿Quién se acuerda de los imanes del congelador?
Siga a la mujer serpiente, por favor.

Un oso panda en el salón se está comiendo el pantalón,
no tengo nada que ponerme, vestidos para la ocasión.
Un hombre rana en el salón se está secando con mi albornoz,
dime que me quieres aunque todo terminó.

El cartero no tenía la culpa,
el cartero no tenía la culpa.
Fui yo el que a quererte no se atrevió,
fui yo el que a quererte no se atrevió.

Y ahora estoy, y ahora estoy de puta madre,
ya te llamaré más tarde.
Y ahora estoy de puta madre,
estoy de puta madre,
estoy de puta madre,
estoy de puta madre ...

El cartero

3 comentarios:

Raquel dijo...

¿Qué le ocurrió al cartero que esta vez no llamó dos veces, como siempre? ;)

Aloia dijo...

No sé por qué, pero leyéndote esta vez, me vino de repente una imagen cinematográfica, y una canción, y una frase de esa canción...(...ecos de un pasado feliz y una nota ensangrentada en el sofá...)
Me ha encantado. Y el vídeo, llevo días enganchada a él!
Biquiños!

Pilar M Clares dijo...

Leí el texto y entendía que era tuyo, no conocía el tema. Me reulta cusioso que leído va enredando ideas que tienen sentido, pero al ver la dramatización del vídeo, me resulta extraña la parodia ¿quizás? ese tono.
Besicos, Hoichi